La pandemia provocada por el COVID-19, que ha obligado al sector educativo a cambiar radicalmente los métodos de aprendizaje, nos alarman de una asociación entre e-learning y brecha digital.
Desde el 13 de Marzo, todas las comunidades autónomas de España decretaron el cierre de sus aulas con el fin de evitar contagios, aunque comunidades como Madrid, País Vasco y la Rioja, se anticipaban a esta fecha, dando por clausuradas sus escuelas días antes del estado de alarma. Esta situación, ha provocado una adaptación de emergencia al sistema e-learning que muchos expertos ven como el salto definitivo hacia este nuevo método.
La realidad, es que nos queda todavía mucho camino de adaptación, pero se ha conseguido a lo largo de estos cuatro meses, una prueba a nivel mundial donde tanto alumnos como profesores han ido descubriendo las ventajas que las herramientas e-learning aportan a la educación.
Sin embargo, también han saltado las alarmas en cuanto a la brecha digital y su incremento debido a que no todos los alumnos han podido adaptarse de igual forma a este nuevo sistema. Según un estudio de la Organización de los Estados Iberoamericanos (OEI) sobre los Efectos del Coronavirus en la Educación, se calcula que los alumnos han aprendido un 11% menos que cuando lo hacían en condiciones de normalidad.
A día de hoy, el 59% de la población mundial tiene acceso a internet, lo que supone que 4.540 millones de personas pueden conectarse a internet, una cifra que ha aumentado un 7% respecto al año anterior, según un estudio realizado por We Are Social y HootSuite.
Esta cifra y su perspectiva de aumento, es esperanzadora a la hora de pensar que cada día la brecha digital se hace más pequeña. No obstante, pese a que se cierre la brecha digital de acceso, se abrirá la brecha digital de calidad de uso y de obsolescencia tecnológica.
Esto implica que la previsión de futuro es que toda la población tenga acceso a internet, pero los cambios en la tecnología y la forma y calidad de uso harán que se reabra otra nueva brecha digital. Las diferencias entre las tecnologías de vanguardia y los dispositivos de conectividad tradicional y su obsolescencia, crearán una nueva gran distancia entre la población.
La pandemia global que hemos sufrido, ha supuesto un aumento conjunto del e-learning y la brecha digital. La desigualdad de oportunidades se ha acrecentado y muchos alumnos han visto como su rendimiento disminuía al no contar con los medios suficientes para poder llevar a cabo un aprendizaje de calidad.
Cuando comenzó 2020, nadie imaginó que solo dos meses después todo lo que teníamos planteado cambiaría de paradigma y se transformaría en nuevos procedimientos, el teletrabajo, la nueva normalidad, e-learning y una infinidad de nuevos métodos que han surgido como alternativas a nuestra habitual vida para evitar que los contagios por el COVID-19 se incrementen.
En educación, las plataformas e-learning han sido las grandes protagonistas. Zoom, Moodle, Google Meet y otras plataformas han servido para que la comunicación entre el profesorado y el alumnado no se vea afectada por la nueva situación, y se pueda continuar con el ritmo educativo marcado.
Para muchos, esta educación online de emergencia, ha supuesto también un experimento a nivel mundial y un paso más en la transformación digital del sector, aun así, todavía son muchos los retos a los que se enfrenta el sector educativo online.
Disminuir la brecha digital y conseguir la igualdad de oportunidades es el aspecto clave a conseguir. Según un estudio realizado por el Instituto de la Salle, el principal desafío en la transformación digital de la educación requiere “establecer procesos de alfabetización mediática que se adapten a las formas de aprender y acceder al conocimiento de las nuevas generaciones, especialmente los nativos digitales, para que puedan desarrollarse a nivel personal, profesional, académico y social, aprovechando los recursos tecnológicos y digitales”
Entrados ya en el mes de Julio muchos nos preguntamos qué ocurrirá en Septiembre. La mayoría de padres y madres, se reincorporarán al trabajo a partir de este mes, y la conciliación familiar se recrudecerá.
Desde el gobierno, la ministra de educación Isabel Celaá, asegura que, pese a todavía no haber implementado medidas concretas, se garantiza la reapertura de colegios en septiembre.
Otras propuestas que surgen son las de impartir un híbrido entre la modalidad online y la offline. Pudiendo así, asegurar una mayor protección ante contagios, y el acceso a la educación a aquellos que no tienen los medios en sus hogares.
Para muchos expertos el Blended Learning, que combina el e-learning con encuentros presenciales, es la clave para el futuro de la educación ya que los alumnos podrán adaptarse a los nuevos métodos de enseñanza y por tanto, ser parte de la transformación digital del sector, pero sin perder el contacto lúdico de las clases presenciales.
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