En todo lo que entendemos por transformación digital, también incluimos, puede que inconscientemente, el concepto de mejora. Con la tecnología, los humanos intentamos hacer nuestra vida más fácil e incluso realizar tareas que antes parecían imposibles. Puede que uno de los valores principales y, por los que la transformación digital está teniendo tanto peso a nivel mundial, sea el de ente globalizador. Hasta no hace mucho veíamos a la tecnología como una ciencia al alcance de muy pocos y que solo podían desarrollar estudiosos privilegiados. Ahora esto ha cambiado y los avances tecnológicos se desarrollan por y para resolver problemas comunes. Desde una sencilla app para móvil hasta un robot que permita realizar complejas operaciones con la mayor precisión en el quirófano, pasando por, las cada vez más demandadas, edtech; ya todos son imprescindibles.

El sector de la educación, como un pilar clave para el desarrollo de la sociedad, no puede quedar fuera de la revolución digital y es que con ella se espera implantar un nuevo modelo de aprendizaje que, por un lado, facilite el proceso de adquisición de los conocimientos, y por otro, el acceso a estos sin importar la situación personal de cada alumno.

¿Qué son las edtech?

Entendemos por edtech al conjunto de tecnologías que se estudian y desarrollan específicamente para mejorar el sistema educativo, implementando nuevos métodos y herramientas.

Dentro de esta definición hay que distinguir dos orientaciones. Una se refiere al estudio y análisis de los problemas relacionados con la enseñanza y la intervención social desde el punto de vista tecnológico. La otra, trabaja la aplicación práctica de la “educational technology” a programas educativos o a un grupo de alumnos. Quizás, esta segunda vertiente sea la que más nos interesa para abordar el reto de proporcionar una enseñanza online de calidad.

Ejemplos de edtech más punteros

Aunque cada vez se están lanzando al mercado más software, apps, herramientas y dispositivos para la educación, también hay que advertir que no todos son igual de eficientes, muchos de ellos tan solo ha sido un breve paso intermedio para la consecución de mejores resultados. Es por eso que, como entidad especializada en el elearning, queremos que conozcas los mejores ejemplos de edtech del momento.

Inteligencia Artificial, machine learning y deep learning

La combinación de estas tres tecnologías será definitiva en cuanto al concepto que tenemos de aula y gestión de la misma. Gracias a la capacidad de almacenar información y procesarla, la inteligencia artificial permitirá automatizar tareas administrativas, catalogar temarios e incluso generar otros nuevos a través del cruzado de datos y a su actualización continua.

Robótica y humanoides en el aula

Puede que los robots y los humanoides aún parezcan alejados del presente, estos llegarán a ser los ayudantes perfectos para los docentes. No estamos hablando por el momento de sustituirlos, porque el factor humanos es clave para fomentar cualidades como la motivación o el esfuerzo en los alumnos, pero sí se prevé que pueda llegar a ocupar el lugar del profesor en determinados momentos, a ayudar en tareas de corrección o a moderar debates.

Learning analytic para personalizar el proceso de aprendizaje

Sin duda, el learning analytics es una de las tecnologías que marcará un antes y un después en la educación. Resumidamente, consiste en analizar las características tanto emocionales como intelectuales de los alumnos para generar programas formativos absolutamente personalizados. El Big Data irrumpe de nuevo en escena para asegurar la eficacia de la enseñanza. El proceso se basaría en el almacenamiento de datos (calificaciones, trabajos, tiempos de lectura…) en software que usan los estudiantes para luego procesarlos y modificar el curso del programa como más convenga para alcanzar los objetivos planteados.

¿Están provocando las edtech la disrupción educativa?

Aunque el cambio que promueven las edtech no sea inmediato, es indiscutible que está trazando un camino inexorable hacia la digitalización. Si hablamos de una disrupción positiva, la implementación de nuevas tecnologías no podrás aportar otra cosa sino grandes beneficios al sector, como por ejemplo: asegurar el éxito académico de todos los estudiantes, orientarlos hacia la explotación de su talento o conseguir una dinamización y enriquecimiento de los contenidos. Por otro lado, tampoco hay que obviar la lucha contra la brecha digital que una repentina imposición de la tecnología puede provocar entre los diferentes colectivos sociales.