Desde hace varios años se habla de distintas metodologías innovadoras de aprendizaje como el e-learning, el blended learing, la gamificación o el microaprendizaje. Este último surgió en la primera década del siglo XXI y desde entonces se ha desarrollado enormemente.
Como su propio nombre indica, el microaprendizaje se caracteriza por la brevedad y variedad. En tan solo unos segundos, o como máximo en 15 minutos, el alumno tiene acceso a ejercicios enfocados a un tema en concreto, concepto o idea.
El contenido de las actividades de microaprendizaje puede tener formatos muy diversos: actividades interactivas, juegos, vídeos, preguntas, diapositivas, lecturas… Esto es muy positivo porque no solo se adaptan al alumno en cuanto al tiempo de estudio, sino que podrá recurrir al formato que más se adapte a sus preferencias.
El uso de la tecnología es lo que aporta esta flexibilidad para el alumno., donde tienen la información disponible “aquí y ahora” y los contenidos se adaptan a los dispositivos que utilizan. Además, el hecho de que los ejercicios se centren en temas muy concretos, facilita su etiquetado y permite hacer búsquedas más rápidas.
Este método de aprendizaje se ha ido combinando con otras metodologías y está explorando y explotando todos los beneficios que las plataformas e-learning suponen para este tipo de actividades interactivas. Con las plataformas e-learning este tipo de píldoras se traducen en actividades dinámicas, interactivas y gamificadas. El alumno aprende como si de un juego se tratase, y avanza a gran velocidad por los contenidos del temario.
En una sociedad como la nuestra, donde nos falta el tiempo para todo, el disponer de este tipo de actividades supone poder seguir un ritmo de aprendizaje personalizado.
Esta metodología encaja a la perfección en el mundo corporativo, pues potencia el conocimiento y por tanto aumenta la productividad de los equipos humanos de forma rápida.